OBESIDAD

La obesidad, actualmente, es un serio problema según la Organización Mundial de la Salud (OMS), se encuentra entre los 10 primeros lugares como riesgo de salud mundial, incluso en los países en desarrollo, y reportan que poco más de 300 millones de adultos en el planeta son obesos. El problema es alarmante debido al creciente número de muertes vinculadas a dietas con exceso de grasa y azúcar ya que el consumo calórico necesario por persona ha sido superado por muchos países. Un alto consumo en grasas y azucares y una vida sedentaria, son factores determinantes para la obesidad.

¿Qué es la obesidad?
La obesidad es un estado de mala nutrición el cual se caracteriza por una acumulación excesiva de grasa y una distribución anormal de la misma en el tejido celular subcutáneo, adquirida debido al desequilibrio entre el alto consumo de alimentos y el gasto energético, que trastorna las funciones de nuestro cuerpo, constituyendo un factor dañino para la salud. La obesidad simple es el resultado de una sobrealimentación (también llamada obesidad exógena), disminución en la actividad física o sedentarismo, disminución en el metabolismo basal, o una combinación de todos estos factores. A medida que pasan los años el gasto energético de las personas desciende, pero no ocurre lo mismo con el consumo de alimentos, la gente quiere y sigue comiendo igual que años atrás. Este efecto es aún más acentuado en las mujeres, en especial cuando empieza la menopausia, su metabolismo es más lento y es más fácil ganar peso.

La obesidad se considera como una enfermedad porque compromete su salud y por lo tanto disminuye la expectativa de vida, ya que puede complicar el embarazo o una cirugía, por sus desventajas sociales y físicas y porque predispone a otras enfermedades como hipertensión, diabetes o enfermedades vasculares y cardiacas, complicaciones respiratorias y articulares y aumenta la probabilidad de la aparición de algunos tipos de cáncer como el de mama o el de colon. Lo cual afecta significativamente la calidad y expectativa de vida del paciente obeso. La diabetes mellitus es tres veces más común entre los obesos y la hipertensión es dos veces más común entre los obesos que entre los individuos con peso normal. La obesidad se ha vuelto actualmente un problema no solo nacional, sino mundial.

Aun existen creencias erróneas, pero populares, acerca de que la vida estable del matrimonio, el hecho de tener hijos y tener más edad tienen como consecuencia obvia un aumento gradual de peso, pensando que debido a esto la obesidad es un estado normal del adulto que tiene una vida estable y hay poco o nada que hacer.

Cuantas veces no hemos visto o lo hemos hecho nosotros mismos, o bien nuestros padres lo hicieron con nosotros, el que cuando un niño llora, se le ofrece un caramelo, una golosina, algo dulce para que deje de llorar; después de una inyección con el doctor la enfermera te regala una paleta, te caes en la escuela y te llevan a la dirección y te ofrecen un dulce. Desde pequeños empezamos a relacionar “tristeza se alivia con algo dulce”, o con comida y así continuamos hasta ser adultos y seguimos utilizando esa fórmula, "me deprimo - como", porque es algo ya aprendido. Hasta en las películas lo vemos, alguien que está triste por un problema o una ruptura amorosa, para confortarse saca un galón de helado del congelador y se sienta a llorar y comer hasta que se lo termina. Como así lo aprendimos de los adultos cuando éramos niños, ahora aplicamos la misma fórmula para nuestros niños.

Algunos casos de obesidad se deben a trastornos del funcionamiento de nuestro organismo que favorecen la fijación de tejido adiposo, como se observa en el hipotiroidismo, el cual es la disminución en la actividad de la glándula tiroides, en el que se observa un funcionamiento metabólico lento, hinchazón de la cara, manos y parpados, cansancio y digestión lenta entre otros; o bien cuando existen lesiones del hipotálamo, este se encuentra en la base del cerebro, algunas de sus funciones son controlar la temperatura corporal, la presión arterial y regular la saciedad y el apetito.

Se han hecho diversos estudios en gemelos, familias que han adoptado niños, análisis de familias y genes predisponentes para determinar la heredabilidad de la obesidad. En estos estudios encontraron que gemelos provenientes de un solo óvulo y un solo espermatozoide los cuales se criaron juntos tuvieron una diferencia de peso de 1.8 Kg. promedio, mientras que los que se criaron separados tuvieron una diferencia promedio de 4.5 Kg., lo que hace evidente la importancia del medio ambiente donde se desarrollan sobre la herencia. En estudios de adopción se encontró que los niños varones adoptados por madres obesas tienen mayor peso que los adoptados por mujeres sin obesidad, lo cual indica que el medio ambiente familiar es mas importante que el genético.

OBESIDAD INFANTIL Y DURANTE LA ADOLESCENCIA
La formación de los hábitos alimentarios se inicia desde el nacimiento. Para el bebé el alimento es una fuente de satisfacción primaria, ya que satisface sus necesidades nutricionales y le proporciona estímulos sensoriales relacionados con el olor, el sabor y la textura. Muchas madres responden mecánicamente al llanto del niño dándole de comer y de esta manera manteniéndolo cayado y quieto, y esta es una practica que se sigue hasta con los niños mayores. Cuantas veces no ha visto que se utilicen los alimentos para premiar, calmar  amenazar o controlar la conducta de un niño fuera de las horas de comida. Una galleta o un dulce si se comportan bien.

Los primeros años de vida son esenciales para nuestro desarrollo futuro, por lo tanto debemos tomar en cuenta que los niños necesitan alimentarse adecuadamente para lograr un óptimo crecimiento y desarrollo, por eso es importante vigilar lo que comen, para que su organismo reciba los nutrimentos necesarios para cubrir sus necesidades de energía así como nutrimentales. Debemos tomar en cuenta que entre más temprano se inicie la obesidad los malos hábitos de alimentación se encuentran más arraigados.

Se calcula que si los niños padecen obesidad durante los primeros cinco años de vida, 27% de ellos seguirán con ella durante la edad adulta; si son obesos entre los 6 y 9 años, 43% va a continuar con este problema, pero si después de la pubertad sigue esta tendencia, 86 por ciento tendrá obesidad en la edad adulta.

La adolescencia es una etapa marcada por los cambios físicos, psicológicos y sociales que también repercuten en los hábitos alimentarios. Esta edad representa un periodo crítico para el desarrollo de la obesidad, especialmente para las niñas, ya que durante esta etapa el aumento de grasa continua en las niñas pero los niños presentan una disminución de la misma. En las mujeres la grasa empieza a aumentar desde una etapa temprana de la adolescencia, desde un promedio del 17 % a un 25 % del peso corporal y al parecer el aumento excesivo de grasa durante esta etapa incrementa el riesgo de que esta grasa se conserve. Mientras que en los hombres aumenta inmediatamente antes de la pubertad y disminuye en un promedio de 11% hasta 18 % del peso corporal, al brote del crecimiento de la adolescencia.

La falta de actividad ha sido promotora del aumento de peso, los niños ven más de 5 horas al día de televisión o frente a la computadora, mas el tiempo que pasan sentados estudiando.

Recordemos que la etapa de la adolescencia es una época muy difícil. En esta edad, no es fácil adoptar un cambio en el estilo de vida y la conducta, durante esta etapa de la vida en la cual es importante la aceptación de los demás. Por lo que para este grupo de edad el tratamiento afectivo involucra a familiares y amigos. También puede existir el caso de que los padres y los hermanos sean obesos, por lo que si todos se someten a un régimen será más fácil que el adolescente siga un régimen alimenticio.

EMBARAZO

La obesidad es una de las alteraciones nutricionales que con mayor frecuencia complican la evolución del embarazo. En primer termino existe el riesgo de limitar el crecimiento fetal, en segundo lugar el riesgo de obtener un producto grande, que pese mas de 4 Kg. al nacer, lo cual trae complicaciones en el canal de parto cuando este es vaginal, así como traumatismo para el recién nacido ya que puede lastimarse los hombros.. Por lo que en la práctica se necesita vigilar muy de cerca tanto el crecimiento fetal como la ganancia de peso de la madre. Pero también existe un mayor riesgo de que las mujeres obesas desarrollen diabetes mellitus e hipertensión arterial durante su embarazo. Por lo que si este aumento de presión arterial no es adecuadamente tratado, puede dar lugar a preclampsia (17% de las mujeres obesas embarazadas lo presentan). 

Limitar la ganancia de peso durante el embarazo puede modificar la intensidad de la obesidad en el futuro.

COMO SE VALORA LA OBESIDAD

1.- Índice de Masa Corporal (IMC)
El IMC se calcula dividiendo el peso en kilos de la persona sobre la altura en metros al cuadrado.

IMC = Peso / altura 2
IMC = Kg. / m2



Estimación del Índice de Masa Corporal

IMC = Peso (Kg.) / Estatura2 (m2)


Clasificación


IMC (Kg./m2)

Riesgo de Morbilidad
Asociada

Desnutrición


menor a 17.9

Intervalo Normal




18.5 - 24.9

Promedio

Sobrepeso


mayor a 25

Pre – Obeso


25 - 29.9

Aumentado

Obeso 1er. Grado


30.0 - 34.9

Moderado

Obeso 2° Grado


35.0 - 39.9

Severo

Obesidad Mórbida


mayor a 40.0

Muy severo

Esta es una clasificación basada en los riesgos médicos.

El especialista puede determinar cual es el IMC saludable del paciente dependiendo de la edad, la composición corporal, la constitución y otras características del paciente, así como las expectativas de cada persona. Es importante mencionar que este calculo de IMC se usa para los adultos, para los niños se usa también el IMC pero los valores de normalidad, sobrepeso y obesidad cambian de acuerdo a la edad y al sexo, para lo cual existen tablas que manejan los especialistas.

2.- Índice Cintura Cadera (ICC)

El Índice de Cintura Cadera (ICC) evalúa la distribución del tejido adiposo, permitiendo definir el tipo de obesidad, ya que se utiliza para determinar la localización de la grasa., por ejemplo si el ICC de un hombre es mayor de 0.90 o mayor de 0.80 en la mujer, se le considera como una obesidad de tipo central, en la cual la localización de la grasa esta en el abdomen y tórax, a esto seria la obesidad tipo manzana, pero si el predominio es en la parte inferior se conoce como obesidad periférica o tipo pera. Esta determinación permite establecer riesgos, ya que sabemos que las personas que tienen un predominio de grasa abdominal están más propensas a padecer problemas cardiacos.

El Índice Cintura Cadera se obtiene al dividir la circunferencia de la cintura en centímetros entre la circunferencia de la cadera, y permite estimar un riesgo para la salud de acuerdo a la siguiente tabla



Estimación del Índice Cintura Cadera
ICC

   
Mujeres  
 
   
Hombres   
   
Riesgo    
   
<   0.80  
 
   
< 0.90   
   
Bajo   
   
0.80   - 0.85  
 
   
0.90 – 0.95   
   
Moderado   
   
>   0.85   

   
> 0.95   
   
Alto   

ICC = diámetro de la cintura / diámetro de la cadera

3.- Circunferencia de Cintura (CC)
Con esta determinación se evalúa el riesgo para desarrollar complicaciones metabólicas relacionadas con la obesidad.



Circunferencia Cintura
CC




     Mujeres


      Hombres






> 80cm



> 94 cm



Aumentado




> 88 cm



>102 cm



           Sustancialmente aumentado    



CONSECUENCIAS

La obesidad representa para el organismo una sobrecarga constante de las funciones circulatorias, hepáticas, pancreáticas, renales y respiratorias, que hacen que la vida se acorte debido a complicaciones, entre las que se encuentran la arteriosclerosis y la diabetes. La diabetes, la hipertensión y otras enfermedades crónicas son mucho más altas en quienes están demasiado obesos en comparación con quienes tienen una gordura moderada. 

Las personas obesas suelen tener más calor, esto es debido a que el mecanismo de regulación de la temperatura no funciona adecuadamente. El organismo trata de mantener su temperatura con una sudoración abundante. Los obesos se cansan fácilmente cuando sus músculos se encuentran poco desarrollados y con escasas reservas de glicógeno. Tienen que hacer un gran esfuerzo para moverse, sus articulaciones tienen movimientos limitados debido a los depósitos de grasa.

El tratamiento de la obesidad se basa en el cálculo del valor calórico total que la persona requiere, que conduzca a la reducción de la grasa corporal, el cual es el elemento que hace que uno este obeso; con lo cual perderá peso y reducirá medidas, orientado a obtener un equilibrio energético, haciéndose una selección de los alimentos, con la recomendación del aumento de su actividad física, para que el resto de la energía que necesita diariamente la tome directamente de la grasa que tiene acumulada en los tejidos. Pretendiendo con todo esto una educación en nutrición encaminada a adquirir buenos hábitos, que lo enseñe a comer en las cantidades adecuadas para cada persona. 

La finalidad del tratamiento de pacientes obesos es que estos adelgacen, hasta llevarlos de ser posible a su peso normal, esto de acuerdo a su estatura, edad, sexo, complexión e historial de peso, nunca a un peso menor del mínimo normal para cada persona, porque entonces solo pasaremos de una enfermedad a otra. Esto debe hacerse de una manera saludable, perdiendo únicamente la grasa excesiva, y si se sigue un régimen adecuado, dirigido por un especialista no habrá riesgo de anemia, o disminución de las defensas del organismo, ya que todos los procesos de nutrición mejoran y aumenta el bienestar físico y psicológico al volver al peso normal.

Es mucho más barato prevenir. Mucha gente paga mucho más por tratamientos médicos, en comparación con lo que pagaría por tratamientos preventivos como son una buena alimentación y el ejercicio. Una dieta equilibrada y la práctica regular de ejercicio constituyen los primeros pasos en la lucha contra la obesidad y la consiguiente educación nutricional que lo lleven a adquirir hábitos saludables.